Por: Carlota Meléndez
El término Power Dressing comienza a usarse en 1975 con la publicación del libro Dress For Success del profesor norteamericano Jhon T. Malloy, y está relacionado a un estilo de vestir que se popularizó en los años 80´s con la entrada masiva de las mujeres al campo laboral y que tiene como principal objetivo
que las mujeres que se desenvuelven en entornos predominantemente masculinos como los negocios y la política, proyecten autoridad y liderazgo a través de prendas de vestir que consisten principalmente en un traje o power suit compuesto por un blazer con hombreras marcadas, camisa y pantalón o falda a la altura de la rodilla.
Un poco de historia:
La estructura del triángulo invertido como símbolo de virilidad y poder tiene su origen en la armadura de hombros y pecho anchos de los caballeros medievales. Posteriormente, durante la revolución industrial surge el traje burgués como símbolo de poder ya que si los señores poderosos de esa época vestían con traje de chaqueta, entonces la chaqueta era sinónimo de poder.
Más recientemente, a finales de los 60´s Yves Saint Laurent adaptó a la mujer una prenda propia del armario masculino, el smoking, para ser usada en situaciones laborales y más formales algo que era impensable para la época y por lo tanto, considerado revolucionario.
Por último, durante los años 80 se termina de popularizar el power dressing con el ideal del yuppie, persona súper exitosa con un puesto de muy alto nivel que siempre vestía de traje.
Prendas de Poder:
Los elementos o prendas más emblemáticas de este estilo son:
1) El Blazer: de líneas limpias y estructuradas.
2) Pantalones de traje: de buen corte, con el largo y el ajuste adecuado. Estas dos primeras piezas en conjunto es lo que se conoce como power suit.
3) Camisas: de botones o blusas con un elemento distintivo como un lazo, pañuelo o broche, como era característico de la primer ministro británica, Margaret Thatcher.
4) Falda lápiz: de buena tela y ajustada a la altura de la rodilla.
5) Un buen par de zapatos, preferiblemente de tacón alto, pues como dijo alguna vez Ivanka Trump en una entrevista: ¨si voy a un juego de poder (en una negociación), siempre uso stilletos. Mientras más altos, mejor¨.
Colores de Poder:
Así como hay piezas de vestir que transmiten autoridad, poder y liderazgo también hay colores que enfatizan ese mensaje cuando son usados de la manera correcta, como por ejemplo: el negro, el rojo y el azul rey o cobalto.
Íconos Clásicos y Actuales:
Este estilo tuvo exponentes muy visibles durante los años 80´s y 90´s como Margaret Thatcher, Hillary Clinton y en la ficción, Joan Collins con su personaje en la serie de TV, Dinastía.
En la actualidad, podemos contar entre sus principales representantes a Amal Clooney, Ivanka Trump y Angelina Jolie. Basta con hacer una rápida búsqueda en Google o Pinterest para llenarte de inspiración.
Evolución del Power Dressing:
Con los años este estilo ha ido evolucionando y lo que hace diferente al power dressing actual en relación al de los años 80´s y 90´s, es que ahora podemos expresar abiertamente nuestra femineidad, sin tener que emular estrictamente la forma de vestir masculina para demostrar nuestras capacidades en las salas de juntas o en cualquier otro escenario importante.
Como viste, existen prendas de vestir y colores que combinados y usados de la manera correcta proyectan un mensaje de autoridad y liderazgo, especialmente en escenarios relacionados a la profesión y los negocios que nos permiten alcanzar determinados objetivos o aumentar nuestra credibilidad.
Con el paso de los años, el power dressing ha evolucionado de forma tal que nos permite apropiarnos de él, reinventarlo, adaptarlo a nuestro estilo, jugar con los colores, los tejidos y los patrones sin sacrificar un ápice de nuestra femineidad, poder o profesionalismo.
¿Cómo adaptarías el power dressing a tu estilo personal para proyectar tu liderazgo y autoridad? Te leemos en los comentarios.
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Tiempo de lectura: 3 min.
Escrito por: Carlota Meléndez
Instagram: @lestilo_bc
Fuente: Vogue Rusia.