¿Por qué nos cortamos el cabello cuando estamos en crisis?

No es casualidad que, en medio de una crisis personal o después de una ruptura, muchas mujeres decidamos cortarnos el cabello o cambiarlo radicalmente de color. Puede parecer un acto impulsivo o algo superficial, pero en realidad la imagen siempre guarda un significado más profundo detrás de ese “simple” corte o coloración.

Aquí te comparto algunas de las razones por las que solemos transformar nuestro look en estos momentos de cambio:

  •  Necesidad de control: Cuando todo alrededor parece desmoronarse y no depende de ti, cambiar el cabello es un acto inmediato, propio y liberador. Decidir “me lo corto” es recuperar poder en cuestión de segundos.

  • Cerrar un ciclo: El cabello guarda historias, memorias y hasta rutinas ligadas a una etapa o a alguien que ya no forma parte de nuestra vida. Cortarlo es, para muchas, la manera simbólica de dejar atrás ese pasado.

  •  Reflejar lo que ya cambió dentro: Una crisis nos transforma internamente. El cambio en el pelo es la forma más visible y tangible de mostrar afuera lo que ya se movió adentro.

  •  Acto de valentía y liberación: El cabello toca la identidad y la feminidad, por eso cortarlo suele dar miedo. Hacerlo en un momento de crisis es un grito de valentía: “soy capaz de empezar de nuevo”.

Por eso, aunque desde fuera pueda parecer un impulso, en realidad es un ritual de empoderamiento y autodescubrimiento. Y lo más hermoso es que ese nuevo look suele ser la primera pieza del rompecabezas de la nueva versión que está naciendo.

Si quieres comprender a profundidad cómo estos cambios de imagen reflejan procesos internos —muchas veces ligados al dolor, pero también al renacer—, estudiar Imagen, Estilo y Personal Shopper con Project Glam es para ti, y además es la última que haremos este año, así que aprovecha y no te quedes afuera. 

No se trata solo de una certificación con conceptos básicos: es entender la imagen como un proceso profundo, humano y transformador, que define quiénes somos y cómo nos presentamos al mundo.