Hace un tiempo –quizás dos años- tuve un triste episodio familiar. Recuerdo haber llorado toda la noche, quizás uno de los días más triste de mi vida.
El día siguiente decidí que quería cambiar, que quería dejar atrás todo aquello, la tristeza, la rabia, el dolor. Olvidarme de aquel episodio que todavía hoy recuerdo como muy doloroso, “cortar aquello de raíz”, “pasar la página’… cómo dicen.
Me fui a la peluquería, todavía con los ojos hinchados del llanto, y le dije a mi estilista de esa época “Diego córtame el cabello a la altura del mentón”. Lo recuerdo todo claramente: estaba sentada en la silla de mi estilista con mi cabello largo XL pidiendo acabar con esa longitud y lo que ha sido una importante marca personal de mi imagen desde hace al menos 10 años.
Diego me miró –supongo que notó la tristeza, los ojos, el alma quizás- y me dijo: “hagamos algo, yo te voy a peinar, te dejo linda, nos tomamos un café y hablamos de algo bien superficial. Tu te vas a tu casa; si mañana sigues con las ganas de cortarte el pelo regresas y no te cobro.
No volví el día siguiente. Sigo a agradecida con él. Sigo con el cabello largo XL, aunque algunas veces vuelvo a fantasear con “cortar todo de raíz”. por alguna razón cada vez que siento que algo en mi vida debe cambiar de manera radical, algo interno, algo adentro, algo profundo y la mayoría de las veces doloroso quiero cortarme el cabello de forma radical; pero desde ese día con Diego en aquella silla de peluquería entendí que las decisiones radicales en materia de imagen -y de la vida- uno no las puede tomar cuando está en crisis.
La verdad es que el cabello es lo de menos, porque crece, pero imagínate que no te guste y además de estar sufriendo por algo interno tengas que sentirte fea. Mi consejo es que no hagas cambios radicales de imagen cuando estés muy afectada emocionalmente, porque aunque puede salir muy bien... también puede salir muy mal.
Si de verdad quieres hacer un cambio radical en tu vida, hazlo, pero busca ayuda de alguien que realmente sepa. Busca tu "Diego".
Siempre digo en Otoño me corto el pelo... para que todo caiga y en primavera renazca... quizás lo haga algún día, quizás en septiembre tengo al fin el cabello muy corto, pero definitivamente aquel no era el momento de tomar esa decisión y quizás hoy tampoco lo es.
Dani
Si quieres hacerte un cambio radical de imagen... ya sea por una crisis o porque no te gusta lo que ves en el espejo escríbeme, no tomes decisiones radicales sin ayuda.